Ni atisbo de remontada
Motril 0 – Torre del Mar 0
Motril: Pablo Rodríguez, Chey (Mario Alonso, min.81), Oliveira, Álex Torres, Pablo Muñoz, Migue Cobo, Fran Carnicer (Iván Garrido, min.63), Toni García, Merenciano (Cameron, min.63), Antonio López y Raúl García.
Juan Ramos, Rafa Castillo, Álex Portillo, Emilio Cubo, Christian (Paco Ariza, min.61), Ocaña, Roberto (Juan Andrés, min.81), Pato (Adri Osorio, min.61), Miguel, Gato y Ballo (Navarro, min.16)
Árbitro: Jiménez Villalba (Colegio Ceutí). Amonestó a los locales Migue Cobo, Álex Torres, Oliveira y Toni García; y por los visitantes Miguel, Emilio Cubo, Juan Ramos y Juan Andrés. Expulsó a local Fran Carnicer una vez que había sido sustituido.
Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final del play-off de ascenso a Segunda Federación. Ambientazo espectacular, con más de 3.000 personas en el Escribano Castilla. Asistió al encuentro la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro; el presidente de la Autoridad Portuaria, José García Fuentes; y los primeros ediles de la ELA Carchuna Calahonda y de Vélez Benaudalla.
Miguel González
El ascenso tendrá que ser en otra ocasión. Los oportunistas dirán que la decepción se veía venir tras el 2-0 de la ida, y lo cierto es que la vuelta no les quitó la razón. El Motril no dio nunca sensación de tener la sartén por el mango en esta eliminatoria; tampoco en el Escribano. Este domingo afrontó el partido como es obligado cuando se va a contracorriente, pisando fuerte de entrada y subido a la ola de un ambiente como no se conocía en el estadio en los últimos quince años. El Torre del Mar, para nada impresionado por el escenario, planteó el choque igual que en la ida. Para qué cambiar si entonces funcionó de maravilla. Tres centrales, con dos laterales que sí fueron más laterales que carrileros, y una coordinación admirable para cerrar la cortina sin dejar rendijas. Con todo, ese frenesí inicial del Motril le permitió meter un par de buenos centros que Antonio López, aún fresco físicamente, fue capaz de cabecear con cierto peligro. Pero el cuadro torreño iba progresivamente enmarañando el juego: atosigando en la presión, por número y cercanía; obligando a los armadores del Motril a recibir de espaldas, tener que darse la vuelta y conducir más de la cuenta. En el conjunto malagueño, la temprana baja del incordiante Ballo permitía cierto sosiego en la salida de balón de los locales, pero ni Carnicer ni Cobo, ni Toni ni Raúl García terminaban de sacar nada en limpio. Con el partido cada vez más pastoso e improductivo, los torreños, primero con un disparo de Ocaña desde la frontal que salió alto, y luego en con una falta lateral que Álex Portillo estrelló en la idem de la red, comenzaron a mostrarse también en ataque. En ese estado de las cosas, y pese al cero a cero, no venía mal el descanso para reorganizarse de cara a la que iba a ser, ya, la batalla definitiva.
Se podía pensar que el primer tiempo había servido para desgastar fuerzas, pero ni mucho menos. Tanto uno como otro equipo iban a dejarse el alma y algo más en la segunda mitad. Eso sí, mientras el de David Campaña no se salía un ápice del plan establecido, el de Manu del Moral no terminaba de encontrar el suyo. Tenía más la pelota el Motril por obligada necesidad, pero nadie en los blanquiazules era capaz de inventar algo para sorprender al rival, que se conocía perfectamente por donde le iban y le venían. Enredado en la trama torreña y acuciado por el tiempo, el cuadro local se entregó al balón en largo para las prolongaciones o las descargas de Antonio López, en la esperanza de que alguna encontrase la continuidad de alguien que rompiese de verdad. La entrada de Cameron aportó algo más de versatilidad, lo que favoreció también las apariciones de Raúl García, decidido a coger el protagonismo arriba que empezaba a perder Antonio López, desgastado en el cuerpo a cuerpo. Sería Raúl García el que dispuso de la ocasión que, quién sabe, pudo cambiar el sino de las cosas. Cazó un pase profundo y se plantó ante Juan Ramos, que sacó el brazo derecho como un resorte para mandar a corner. El no gol estuvo más en el haber del guardameta que en el debe del delantero. Faltaban veinte minutos -muchos más si se tenía en cuenta el porrón de tiempo perdido por el Torre del Mar- y esa jugada significó el principio del arrebato final… para los dos equipos. Porque el Motril, precipitado e impreciso en centros y pases, dejaba ahora mucho campo abierto para el cuadro visitante, que pudo hacer daño varias veces -se le anuló un gol por fuera de juego- si no es por la capacidad de recuperar y de correr hacia atrás, hasta la extenuación, de los blanquiazules, destacando en este aspecto Oliveira, omnipresente para sujetar el barco y también para soltar amarras cuando la situación desesperada lo requería. Pero el partido sólo podía acabar como acabó, como quiso el Torre del Mar; en 180 minutos ha sido mejor que un Motril que nunca supo hincarle el diente.
Manu del Moral
“En estas eliminatorias hay que hilar muy fino”
“En el cómputo general de la eliminatoria hemos sido más dominadores, pero esto es fútbol”
“Si no eres contundente en las dos áreas tienes problemas; ese ha sido el secreto de la eliminatoria”

01 SE LE FUE. Antonio López gana la acción a Portillo, que le empuja, y Cubo, y consigue rematar de cabeza sobre el portal del Torre del Mar. Sería una de las mejores ocasiones del Motril en todo el partido.

02 DE CUALQUIER MANERA. Encontrar un remate franco sobre la meta torreña era tarea ardua. Carmelo Merenciano lo intenta con esta complicada acrobacia.

03 ESTRELLARSE CONTRA UN MURO. El aire no corre entre Cubo, el balón y Raúl García. El central y capitán del Torre del Mar fue un obstáculo casi insalvable.

04 PARADA VALOR GOL. Como si de un gol marcado se tratase, los jugadores torreños se arremolinan en torno a Juan Ramos. No era para menos; el guardameta acababa de salvar con una acción espectacular un gol cantado de Raúl García, que tendido en el suelo no da crédito.


